Bajacuerdas: sólo se encuentran en clavicordios latinoamericanos del tipo 3, es decir, en instrumentos con varios puentes rectos dispuestos perpendicularmente con respecto a los lados delantero y trasero. Se trata de una pequeña barra de madera montada entre los puentes y las clavijas, con pequeñas perforaciones por las que pasan las cuerdas. Su función es la de mantener a éstas en estrecho contacto con los puentes. Los bajacuerdas no se encuentran en los clavicordios históricos construidos en Europa. De hecho existen dos clavicordios napolitanos con ‘barras de presión’ que tienen la misma función (los números 2 y 3 del Museo Grassi de Leipzig), pero en este caso las barras están sujetas a las paredes del instrumento, mientras que en los casos latinoamericanos los bajacuerdas están montados sobre la propia tabla armónica.

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